Ivermectinas: ¿Enemigas o no del ganadero?

Ivermectinas: ¿Enemigas o no del ganadero?

 

Ivermectinas:

¿Enemigas o no del ganadero?

Por: Zoot. Esp. Michael Rúa Franco

 

En este artículo abordaremos para ustedes otro de esos temas que suelen ser de muy frecuente consulta entre los productores ganaderos que pertenecen a nuestro canal y/o chat grupal en Telegram, o que asisten a nuestras conferencias, o participan de nuestros cursos de capacitación, o que leen nuestras publicaciones sobre Ganadería Agroecológica. Este es uno de esos temas que además genera todavía bastante controversia, posturas a veces chocantes, y en otros tantos casos confusión o hasta incertidumbre, y que se ha prestado para bastante desinformación en todos los escenarios en los que se discute el asunto. Es justo por ello que decidí titularlo: “Ivermectinas: ¿Enemigas o no del ganadero?”

 

Contexto de introducción al tema

La primera vez que fui informado del efecto negativo de las Ivermectinas fue en el año 2004, y estaba referido específicamente a su acción biocida (que causa muerte) sobre los organismos vivos coprófagos del suelo. La verdad es que, aunque siempre me incliné por la ganadería ecológica, no me lo creí a la primera, porque no había quien pudiese demostrarlo, y estaba todavía muy fresco e interfiriendo en mi mente toda la invasión de conocimientos de la ganadería convencional aprendida en la universidad.

Solo fue hasta el año 2006, cuando conocí personalmente al Prof. Luiz Carlos Pinheiro Machado de Brasil, hablando con total vehemencia del asunto en conferencias que este realizó para la Asociación de Criadores de Ganado Cebú y sus Cruces (Asocebú de Colombia) en el Congreso Mundial Brahman que se realizó en la ciudad de Medellín. A pesar de lo enfático y seguro de las afirmaciones de Pinheiro, no puedo decir que quedé totalmente convencido al terminar su conferencia, pero si puedo afirmar que quedé lo suficientemente inquieto como para investigarlo más a fondo.

Ya para el año 2007, habiendo escudriñado algunas referencias científicas, y cuando gestionamos un viaje de Pinheiro a Colombia para venir a capacitarnos, lo llevamos a trabajo de campo, con bostas y porciones de suelo en mano y totalmente receptivos a sus didácticas, claras e irrefutables explicaciones, pudimos testificar el problema de primera mano, y entonces sí, solo testificándolo, fue como nos convencimos. Lamentablemente los humanos tenemos esta incorrecta tendencia de no aprender de otros y preferir aprender en “cabeza propia”, como el apóstol Tomás, que hasta no ver no creer.

 

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Ivermectinas: Aliado o Enemigo

Con Pinheiro no solo aprendimos del efecto de las Ivermectinas sobre la biocenosis, que a propósito no se refiere únicamente a organismos vivos del suelo (microbiocenosis y mesobiocenosis), sino a toda la fauna y flora que integra cada ecosistema en los potreros de una ganadería, y eso incluye a los insectos, la vegetación en pleno, los animales domésticos y silvestres, y hasta a los humanos que allí interactúan; esto lo fuimos aprendiendo luego con el trabajo de campo en las ganaderías a las que hemos apoyado profesionalmente desde entonces, y también por supuesto en las que realizamos nuestros trabajos propios.

Finalmente, en todo ecosistema se dan cadenas tróficas, y si un solo eslabón de la cadena está afectado, toda la cadena está frágil y normalmente dura así hasta que se rompe por el eslabón más débil. Pero, lo más importante en nuestra consciencia actual, no es el efecto de las Ivermectinas sobre los ecosistemas internos a cada ganadería, que claramente es algo fundamental y a lo que debemos prestar mucha atención, sino también el efecto que tienen sobre la salud humana al ser ingeridas sus trazas o residuos a través de los alimentos de origen animal cuando son tratados con estas.

He aquí nuestra primera gran e importante conclusión, mediante la cual invito a cada ganadero en el mundo a evaluar, reflexionar y replantear el uso de estos medicamentos en sus ganaderías: Las Ivermectinas, si bien ayudan al ganadero en el control de parásitos internos y externos del ganado, al mismo tiempo impactan negativamente sobre la salud del suelo, de los ecosistemas y de los seres humanos (incluyéndonos).

No podemos actuar tan egoístas, de querer priorizar la desparasitación de nuestros animales domésticos a riesgo de deteriorar los suelos en los que producimos su comida, de deteriorar su entorno, y sobre todo, de hacernos indiferentes a lo que ocurre con los humanos que consumen lo que producimos, hasta porque nosotros mismos, nuestras familias y personas más cercanas, hacemos todos parte de la misma comunidad que los consume y que se expone a tal riesgo.

Pero, tengo más para decir al respecto: Inicié mis estudios minuciosos sobre las Ivermectinas y su impacto sobre la salud del suelo, los animales, los ecosistemas y los humanos, desde el año 2004. Tengo ya poco más de 16 años en esto, y la información que he podido reunir me ha permitido disponer de conceptos y criterios más maduros sobre su manejo. Y aquí viene el enfoque que he querido darle a esta nota, que ya siento que va a despertar controversias, porque nunca antes expuse este tema de la manera que lo haré a continuación, a pesar de los centenares de conferencias que he dictado por los diferentes países del continente dirigiéndome a los productores ganaderos.

Intentaré responder (parcialmente) la pregunta que planteé como título de esta nota: ¿Son enemigas o no del ganadero las Ivermectinas? Podría simplemente limitarme a responder entre dos opciones de respuesta: enemigas o aliado. Pero, espero no confundir, sino más bien aclarar el conflicto, partiendo del siguiente postulado personal: “Las Ivermectinas como medicamento de uso veterinario pueden ser a veces aliado del ganadero, y mal usada (que es lo común) serán su enemigo”.

 

¿Porqué podemos considerarlas enemigas?

Aquí van mis argumentos para tratar de postular posibles soluciones a este conflicto:

 

Las ivermectinas no son las únicas enemigas...

1.- Lo primero que debo exponer es que las Ivermectinas no están solas en este problema. Hay otros medicamentos de uso cotidiano en las ganaderías (no solo de vacunos, también de otros animales domésticos destinados a la producción) que también reportan efectos negativos como los de las Ivermectinas. Lo importante entonces es enterarse de esto (si es que todavía no lo sabían) y tener muy claro que aunque la comunidad ganadera mundial enfocó su mirada hacia el nombre “Ivermectina” a tal punto de satanizar su uso en la producción animal, estas hacen parte de un grupo de medicamentos de uso veterinario que tienen en común su efecto nocivo sobre la biocenosis de los ecosistemas ganaderos, y sus residualidad en alimentos de consumo humano como carne y leche afectando negativamente la salud de sus consumidores (de los cuales, insisto, también junto con las personas de nuestro entorno cercano, hacemos parte).

 

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 Cortesía: Nutrivesa

 

Este grupo al que me refiero es denominado: Endectocidas o Lactonas macrocíclicas. Los más usados en todo el mundo para control de parásitos en las granjas de producción de alimentos de origen animal son las genéricamente llamadas avermectinas entre las cuales podemos nombrar las siguientes: Ivermectina, que fue la primera que se produjo e introdujo al mercado veterinario y es hasta hoy día la más venida en el mundo; también están la Abamectina, la Doramectina, la Eprinomectina, la Milbemicina oxima, la Moxidectina, y la Selamectina.

Algunos de estos endectocidas también son usadas para el control de parásitos en mascotas, y con la llegada del COVID19 se hizo bastante popular su uso directamente en humanos (pero cabe aclarar que es diferente usarlos eventualmente contra una situación médica en particular que ingerir sus residuos en alimentos a diario), así que no solo debemos tener precaución con las que usamos en el ganado de producción.

Como se puede notar, el nombre genérico de todas ellas termina en “-ina” así que cuando usted acuda a las tiendas veterinarias, revise la etiqueta del producto, identifique el principio activo o componente principal del producto, y si este termina en “-ina” sospeche (no todos los medicamentos terminados en –ina son parte de este grupo, pero es un buen indicador para comenzar a sospechar de sus efectos nocivos en las ganaderías y los ecosistemas de nuestras granjas de producción).

 

Aún los endectocidas tampoco son los únicos enemigos...

Cabe advertir, que los Endectocidas tampoco son los únicos con los cuales hay que ser precavido en las ganaderías. Realmente la fauna, la flora y los ecosistemas ganaderos en general cuando están desequilibrados (deforestados, suelos erosionados, condiciones agroecológicas inestables, patrones climáticos alterados, etc.) se tornan bastante sensibles a los efectos colaterales de varios de los medicamentos usados cotidianamente en las ganaderías. Al mismo tiempo, existen múltiples y diversos medicamentos veterinarios cuyos residuos van en la carne o leche y demás alimentos de origen animal, y que por supuesto afectan negativamente la salud humana.

Entre ellos tenemos por ejemplo residuos de las hormonas usadas por ejemplo para el desarrollo muscular (esteroides y demás estimulantes similares), o para mejorar la producción de leche en vacas (prolactina y oxitocina), o para regular los ciclos estrales de las hembras (de uso sumamente común y frecuente), incluyendo las que se usan en programas especiales como IATF –Inseminación Artificial a Tiempo Fijo– o los de TE –Transferencia Embrionaria–;

También hay que citar por ejemplo los demás productos antibióticos y/o antiparasitarios, como los usados para control de parásitos del tracto gastrointestinal que también tienen, aunque en menor grado, bastante menor, un efecto nocivo en los ecosistemas (aquí por ejemplo caben los Benzimidazoles, como también los productos a base de Levamisol, Closantel y los Salicilanilidas o Tetrahidropirimidinas) o por ejemplo los productos cuyos ingredientes activos hacen parte del grupo de los Organofosforados y Organoclorados, todos muy usados en medicina veterinaria.

 

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Cortesía: FIGAP

 

Nuestra mala cultura en el uso de medicamentos veterinarios

2.- La lista de insumos que alteran los ecosistemas y afectan el suelo, los cultivos, la flora y fauna, y hasta la salud humana, que podría yo hacer si quisiera ser más específico, sería bastante extensa. La verdad, como es de suponerse, es que todo medicamento veterinario usado irracionalmente (como lamentablemente se acostumbra) va a generar algún tipo de alteración negativa, algunos a corto plazo, y otros a mediano o largo plazos.

 

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Creo que uno de los problemas de fondo que tenemos en las granjas de producción animal, es la falta de una buena cultura en el uso de los medicamentos e insumos, en parte por la falta de asistencia médica veterinaria permanente (ya que no en todas las ganaderías se puede tener un profesional de planta), y en parte también por la predominante desinformación sobre el uso de tales insumos (he conocido cualquier cantidad de veterinarios que no tienen una buena cultura en el uso de los medicamentos tampoco), y en parte porque hay una muy dominante tendencia en los ganaderos de creer que pueden resolver todos sus problemas con productos inyectables (como cuando le dicen a uno: Dr. ¿Qué le puedo aplicar a la vaquita para…?).

Esto es algo en lo que verdadermanete estamos urgentemente llamados reflexionar, replantear y corregir si queremos tener Empresas Ganaderas mejor administradas, costos de producción más bajos, animales y ecosistemas más sanos, y llevar al mercado productos más sanos y saludables para el consumo humano, logrando mejorar los indicadores de eficiencia y rentabilidad de nuestras ganaderías sin depender de insumos.

 

Uso agrícola de las avermectinas y cómo nos afecta

3.- Debo mencionar también que las Ivermectinas (y sus familiares) no solo se usan en las ganaderías, también se usan en la agronomía (control de parásitos en cultivos) y como mencioné, también en la medicina humana (control de parásitos y enfermedades causadas por estos en los seres humanos).

Y tengo que reconocer que la verdad cuando en mis estudios al respecto encontré esta información, me quedé muy sorprendido, por dos razones, la primera, porque me hizo reflexionar sobre ¿qué tan nocivas realmente llegan a ser las Ivermectinas para la salud humana si los médicos de humanos las usan terapéuticamente para aplicarlas directo al cuerpo humano? (seguro usted ya se estaba planteando la misma inquietud), y en segundo lugar, ¿por qué si hay estudios reveladores sobre el efecto nocivo sobre los ecosistemas y sobre la salud humana de los residuos que pasan al cuerpo a través de la ingestión de alimentos de origen animal y vegetal cuando han sido tratados con insumos a base de Ivermectina (u otros endectocidas, organofosforados, organoclorados, hormonas, etc.), cómo es posible que se usan estas directamente en los humanos para algunos tratamientos?

Aquí hay que informar, que varios de los endectocidas provienen de una fuente natural y no siempre a través de la síntesis química clásica (otra de las cosas que hallé en mis investigaciones que me sorprendió). La mayoría de los endectocidas y/o lactonas macrocíclicas se obtienen a partir de productos naturales mediante procesos fermentativos de organismos vivos del suelo del género Streptomyces.

¿Te sorprende esta información? Pues les confieso que si a ustedes no, a mí si me sorprendió en su momento, y de hecho, atrajo mucho más mi atención sobre el tema, ya que resulta muy curioso cómo es que un producto de síntesis “natural” a partir de organismos vivos del suelo que hasta se usa directamente en humanos tuviese un impacto tan severo y negativo sobre la fauna del suelo y los ecosistemas donde se desarrollan las ganaderías.

Tuve que estudiar de esto mucho más, hasta que tras revisar múltiples fuentes de información llegué a la conclusión de que los endectocidas y/o las lactonas macrocíclicas, y demás insumos veterinarios nocivos para los ecosistemas, tienen un modo de acción muy similar a las vacunas, con un efecto parecido pero con unas consecuencias adversas, es decir, así como las vacunas son virus atenuados (que no transmiten la enfermedad, pero al ingresar al organismo vivo desencadenan el proceso de autodefensas estimulando y fortaleciendo el sistema inmunológico propio del cuerpo animal o humano para reaccionar positivamente cuando este sea expuesto a las causas de una enfermedad determinada), estos medicamentos de los que hoy hablamos también parecen “aferrarse” a los suelos, plantas y animales y causarles una especie de “inmunidad”, a la que yo le llamo “esterilidad” puesto que resulta que si bien en animales y humanos deseamos que el cuerpo se mantenga inmune a organismos vivos que pueden desencadenar enfermedades y esto es positivo, en los suelos esto no resulta positivo sino negativo, porque los organismos mismos que deberían trabajar a favor de la fertilidad natural del suelo mueren al contacto con los biocidas o se desplazan hacia donde no tengan este inconveniente, y el suelo se empobrece de vida orgánica.

Los organismos vivos del suelo no enferman al suelo, sino todo lo contrario, lo mantienen autoinmune y por lo tanto también saludable, pero los biocidas los exterminan y así es como el suelo se ve negativamente afectado. He aquí entonces la verdadera razón por las cuales, a pesar de que los endectocidas provienen del suelo mismo, son nocivas para el suelo y sus cultivos, y a mediano y largo plazo, resultan perjudiciales para los ecosistemas y el medio ambiente en general.

 

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Suelos afectados por la aplicación irracional de medicamentos veterinarios en el ganado

 

Resistencia de los parásitos al medicamento

4.- Aunque hay mucha más información que pudiera yo exponer para someter a su análisis y argumentar mi posición personal sobre el uso de Ivermectinas en la medicina veterinaria, en las granjas de producción de alimentos de origen animal, mi última consideración sobre el tema por ahora es la siguiente: Habría que ser "miopes o ciegos totalmente", para no visualizar el mayor problema de fondo (al menos a mi juicio) que el uso irracional de Ivermectinas está trayendo a las ganaderías y a través de estas a la humanidad.

Resulta muy controversial tratar de demostrar que la salud humana se ve afectada con los residuos de Ivermectina (y demás biocidas, agroquímicos, agrotóxicos y hormonas de síntesis química), ya que aunque hay reportes científicos que así lo revelan y/o respaldan, e incluso, países que prohíben completamente su uso en animales, agricultura y humanos (cosa que por supuesto ya debería ser suficiente para que nos alertemos sobre su riesgo) todavía dejan muchas dudas para la comunidad científica, y en consecuencia, mucha desinformación para la comunidad profesional, académica y por supuesto también a la de los productores agropecuarios. Pero hay un asunto evidente, al menos para mí (y espero que también desde ahora lo sea para usted), de lo negativo que pueden llegar a ser en los próximos años este tipo de insumos tanto para las ganaderías (incluso en su economía) como para los humanos, y a lo que me refiero es al factor conocido como RESISTENCIA AL MEDICAMENTO.

 

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Vacuno afectado por garrapatas, con alta resistencia al garrapaticida. Cortesía: Alberto Mestra 

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Heces con evidencia de parásitos gastrointestinales resistentes al antiparasitario. Cortesía: Albéitar P.V.

 

Cuando la Ivermectina se lanzó al mercado de insumos veterinarios en el año 1980, su concentración en el producto inyectable estaba por debajo del 1%, y al día de hoy cuando apenas han pasado poco más de 30 años (que comparados con la edad del planeta y de la existencia de la ganadería de producción de alimentos para consumo humano es un tiempo muy corto) el producto ya está a punto de alcanzar un 4% de concentración, lo que significa que sus fabricantes han tenido que incrementar en promedio un 1% de la concentración por cada década.

Todavía no tengo muy claro cuál es el grado máximo de tolerancia del cuerpo humano a este tipo de insumos, lo que tengo totalmente claro es que ya se reveló que a las dosis en que se viene trabajando (del 1 al 3%) ya está afectando la salud humana, y es de conocimiento generalizado su impacto negativo sobre los ecosistemas de ganadería.

En otras palabras, si ya a niveles de concentración inferiores a 4% está causando efectos negativos, aun cuando haya a quienes les parezca que no son efectos relevantes, creo que podemos suponer que en los próximos años la situación se va a deteriorar más, es decir, el efecto negativo se va a ir acentuando cada vez más, porque si los niveles de concentración del ingrediente activo han tenido que irse incrementando es porque los organismos parasitarios desarrollaron RESISTENCIA a niveles más bajos, y a futuro no se van a reducir sino al contrario, seguirán incrementando.

¿No te preocupa esta situación? ¿Podrás imaginar si llegase más pronto que tarde el momento en que ni con antiparasitarios con alta concentración del ingrediente activo logremos controlar los parásitos? ¿Qué crees que podrías hacer en ese momento en tu ganadería (si es que ya no lo estás experimentando)? Se los dejo para la autoreflexión.

 

Aquí viene pues mi segunda gran e importante conclusión:

No cabe duda que las Ivermectinas causan un efecto nocivo a la salud de los suelos, de los animales, de los ecosistemas y de los humanos, en especial, cuando hacemos un uso irracional de las mismas. Pero, nos hemos enfocado tanto en las Ivermectinas, que nos hemos descuidado con el uso de otros medicamentos e insumos igualmente nocivos o aún, que pudieran llegar a ser peores.

Nuestras malas prácticas ganaderas nos están nublando la visión, y hemos perdido noción de la importancia que tiene este tema no solo para nuestras ganaderías, tanto en lo ecológico como en lo económico, sino también para la humanidad, en especial para quienes somos consumidores de alimentos de origen animal.

Es urgente entonces prestar más atención a este asunto, reflexionarlo profundamente y replantear y corregir nuestra incultura y nuestras malas prácticas, para dar paso a una Ganadería Racional y Agroecológica, mediante la cual el uso de todos estos recursos sea más consciente e inteligente en nuestras empresas ganaderas en lo particular.

Y no podemos esperar, como casi siempre, a que sean los gobiernos los que tomen la decisión por nosotros, debemos tomar la iniciativa como productores, demostrando que nos importa el planeta y la humanidad, hasta porque son los humanos los que compran lo que producimos y es el planeta el que nos provee de los recursos básicos para producirlos, dependiendo de ello nuestra economía familiar.

 

OTRAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES

 

Insistir en que no es solo asunto de las Ivermectinas

1.- La tecnología más popular hoy día en la Ganadería Racional es sin duda el PRV (Pastoreo Racional Voisin), y junto a ellas han venido progresando también las propuestas de Sistemas Silvopastoriles, Ganadería Holística o Regenerativa, los sistemas de pastoreo controlado en general, entre otras. Quienes las han venido trabajando en sus ganaderías, y hasta muchos de los que nos hemos convertido en sus promotores, todavía indican a los productores que el problema es con la Ivermectina, como si fuese este el único medicamento con efectos negativos.

Es importante comenzar cuanto antes a advertir prudencia con el uso de TODOS los medicamentos veterinarios e insumos agropecuarios con efectos negativos sobre suelo, fauna, flora, ecosistema, animales domésticos, empleados y propietarios de las ganaderías, y humanos consumidores de sus productos.

No debemos seguir enfatizando tanto en la Ivermectina solamente, que si bien es el medicamento veterinario más vendido en el mundo y por consecuencia el que más riesgos genera, y acciones preventivas demanda, no debemos descuidarnos con todos los demás, y para el caso de los antiparasitarios hay que ampliar el rango a los grupos completos de endectocidas, benzimidazoles, levamisol, closantel, y demás de uso cotidiano, porque cada uno de ellos implica efectos negativos.

 

No se trata de reemplazar por otros medicamentos

2.- También expongo preocupación personal hacia promotores del PRV y otras tecnologías de ganadería sustentable, que indican abiertamente que el reemplazo directo de las Ivermectinas son los Benzimidazoles (Albendazol, Febendazol, Fenbendazol, Oxibendazol, Mebendazol, Ricobendazol, etc.) o en su defecto el Levamisol. Enciendo alertas con esto, porque en realidad no hay antiparasitario que no tenga efecto negativo sobre los ecosistemas, y menos, cuando se hace un uso irracional de los mismos.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que las Ivermectinas y en general los endectocidas y lactonas macrocíclicas tienen un doble efecto antiparasitario, ayudando al ganadero a controlar tanto parásitos internos como externos con un mismo producto, casi siempre inyectable. Por esto es que se convirtieron en las preferidas.

Los benzimidazoles y el levamisol no actúan de la misma manera, no son endectocidas, son principalmente controladores muy eficaces de los parásitos internos, hasta porque la mayoría de benzimidazoles son de uso oral no inyectables y por ello trabajan directamente en los órganos internos (pulmones, hígado, tracto digestivo e intestinos, etc), pero no así en los externos. En otras palabras, los Benzimidazoles y el Levamisol NO son un reemplazo de igual a igual para los Endectocidas.

Por otra parte, si bien es cierto que el efecto ambiental de los Benzimidazoles y aún también del Levamisol no es tan severo como el de los Endectocidas, y son un poco más seguros en este sentido, la verdad es que al final todos los biocidas como tal causan la muerte a organismos vivos, incluso del suelo, y con ello desequilibrios a los ecosistemas, y aún que sea en menor grado, también tienen efecto negativo a largo plazo sobre los suelos y los ecosistemas de ganadería.

 

Hay que atacar el problema desde su raíz

3.- Aún entre promotores de PRV, Manejo Holístico/Regenerativo, Permacultura, Ganadería Ecológica, Agroecológica u Orgánica y otros similares que se vienen presentando como alternativas de ganadería sustentable, sostenible y más saludable, identifico profesionales y ganaderos que no han logrado entender a ciencia cierta la relación directa y holística entre el pastoreo controlado y el efecto de este sobre control de parásitos a todo nivel.

Con frecuencia me percato de cómo dan a sus seguidores recomendaciones de control con antiparasitarios sin haber resuelto primero las fallas de manejo en su sistema de rotación de pasturas. En otras palabras, se viola uno de los principios más importantes de toda práctica racional y holística en el manejo de las ganaderías, y esto es: atacan primero el problema de forma directa (procedimiento paliativo) en vez de atacar antes, o al menos en simultánea, la causa del problema.

Si no corriges la causa del problema, y te enfocas como ganadero en atacar solo las manifestaciones del problema, el problema se controla pero el agente que lo causó sigue ahí, enmascarado, hasta que se reporta con nuevos afectados. O en otras palabras, mientras se ataque el problema sin corregir sus causas, el problema no desaparecerá del todo, de ahí que en Ganadería Racional se insista en atacar los problemas desde su raíz.

 

Agotar soluciones naturales antes de usar medicamentos convencionales

4.- En uno de mis roles profesionales presto servicios de consultoría como Experto Técnico en Ganadería Ecológica Certificable acompañando auditorías a los Organismos de Certificación avalados por el gobierno de Colombia, que solicitan su acreditación para certificar productores pecuarios en el cumplimiento de los estándares de certificación que les corresponde.

Para poder ejercer este rol he tenido que estudiar los principales estándares de certificación en Ganadería Ecológica que existen, comenzando por la matriz por la que todos los estándares se rigen, como también algunos de los más importantes para el comercio libre entre países como son los de Estados Unidos (USDA Organic) y los de la Comunidad Europea (Orgánicos UE), y otros como los de Canadá, México, Japón, y la ahora inexistente CAN –Comunidad Andina de Naciones–.

En estos estándares el uso de insumos de síntesis química tanto para tratamientos veterinarios, como agrícolas, zootécnicos, y hasta de higiene de los animales o de sus instalaciones, están literalmente prohibidos para su uso cotidiano (noten que resalto estas dos palabras) en las granjas de producción de alimentos de origen animal al determinar que son contaminantes de los alimentos y nocivos para la salud humana

Sin embargo, es claro también que la salud, el confort y el bienestar animal implican el cumplimiento de normas que se sobrepone a casi todas las demás (incluso en certificación orgánica y similares), y se establece por ejemplo en las normas que bajo diagnóstico y supervisión del profesional en Medicina Veterinaria (que es el especialista en salud animal y por tanto el más idóneo para estos casos), el uso de medicamentos convencionales se permite como ÚLTIMO recurso, en animales con diagnóstico definitivo de enfermedad y habiéndose demostrado que no se aliviaron a pesar de haber aplicado procedimientos acordes con el reglamento de certificación orgánica (manejo preventivo y/o curativo sin medicamentos, homeopatía veterinaria o antihomotóxica, medicina naturista o alternativa, etc.) y que por tanto la enfermedad está amenazando su salud e integridad, y hasta poniendo en riesgo su sobrevivencia, y que a propósito el animal desde que inició su tratamiento ha tenido que ser completamente aislado de los demás, y mantenido en un potrero que se utilice específicamente como clínica u hospital para su recuperación. Y si es que el animal afectado presentase más de dos o tres veces la misma afección de salud u otras relacionadas en el mismo año, se establece como norma que debe salir de la granja (descarte) ya que su problema de raíz es que el animal es propenso a enfermarse.

 

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El médico veterinario debe ser quien diagnostica y prescribe el uso de medicamentos. Cortesía: Salud Animal Merial

 

En realidad, lo que plantea la Ganadería Orgánica Certificable a mi modo de ver es lo más holístico que conozco, porque no busca soluciones en los insumos y medicamentos como primera medida, sino como la última, y si fuese necesario acudir a ello, se aísla el animal o se descarta si es enfermizo para así no pasársela luchando con el animal una y otra vez.

Soluciones radicales son mejores, más económicas y a la vez cortando de raíz cualquier problema para anular reincidencias. A esto es a lo que nosotros le llamamos un Manejo Racional de la Salud Animal.

Como puede verse, en casos extremos, y solo bajo diagnóstico y supervisión de un profesional calificado, las Ivermectinas y otros productos convencionales podrían ser un aliado del ganadero, del ganado y hasta de los ecosistemas, y no su enemigo como exageradamente lo hemos satanizado. Dejo muy claro que no estoy avalando su uso, pero es importante informar este asunto desde una postura no parcializada, para no colaborar con las desinformaciones y confusiones al respecto.

 

CONCLUSIONES

1.- Las Ivermectinas y todos sus familiares del grupo de los endectocidasSI son enemigos de los ganaderos, pero no de todos, solamente o principalmente de quienes no han desarrollado una cultura del uso racional de los medicamentos y del manejo racional de la salud animal (enfoque holístico)

2.- Las Ivermectinas y demás endectocidas o biocidas en general pueden ser usados en la Ganadería Racional y Agroecológica -e incluso en Producción Orgánica- pero nunca como el primer recurso, sino como el último, y en tal caso, no se aplican a todo el rebaño, solamente al animal que la necesita (aislado del rebaño), previo diagnóstico de un profesional idóneo calificado (Médico Veterinario o Médico Veterinario Zootecnista) y bajo su rigurosa supervisión.

 

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La supervisión del médico veterinario es fundamental

 

3.- En caso de tener que hacer uso de endectocidas y antiparasitarios o antibióticos en general, es de suma importancia que el animal no sea reintegrado al rebaño sino hasta que su efecto residual haya pasado, y para garantizarlo se debe mantener aislado durante el doble de tiempo que recomienda el proveedor (Ej: Si el tiempo de retiro en la etiqueta dice 5 días, usted lo aísla por 10 días)

4.- Antes de acudir al uso de endectocidas para controlar parásitos, asegúrese de haber aplicado prácticas ganaderas a través de las cuales usted prevenga que sus animales se contagien, y si llegan a contagiarse, acuda primero a soluciones naturales, aún si fuese necesario, prefiera usar productos naturales como extractos de vegetales con efecto antiparasitario, medicamentos homeopáticos veterinarios u otras alternativas veterinarias naturistas (Ej: Extracto de Neem, Ajo, Azúfre mineral, etc)

5.- Establezca antes que todo un estricto programa de Pastoreo Racional, sea cual sea la tecnología de su preferencia pero que realmente le ayude a romper los ciclos reproductivos de los parásitos y así a reducir drásticamente sus poblaciones de parásitos en su granja. Si usted no hace esto como primera medida, mientras los parásitos se puedan seguir reproduciendo con normalidad, y a la vez puedan seguir parasitando a los animales de pastoreo, por muchos insumos que usted use, el problema no se va a corregir de raíz, y se la va a pasar usted gastando su dinero en antiparasitarios.

Puede parecer de momento más caro invertir en mejorar su sistema de pastoreo que en comprar una botella de antiparasitario cada quince días, pero le aseguro que a mediano y largo plazo será más costoso y menos rentable para su ganadería seguirlos usando y no invertir en mejorar su sistema de pastoreo (problema que no se corta de raíz será reincidente y acarrea más gastos).

 

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El pastoreo racional ayuda a combatir eficazmente los parásitos del ganado

 

6.- Las Ivermectinas y todos los insumos de síntesis química son perjudiciales, unos en mayor grado que otros, para el medio ambiente y para la salud humana, como también para la economía de los productores ganaderos.

Si en su ganadería se han vuelto dependientes de ellos para poder mantener bajo control los parásitos y enfermedades, es hora de evaluar, reflexionar, replantear y corregir sus métodos de producción, porque usted no está contribuyendo ni con el planeta, ni con la humanidad y ni siquiera con la rentabilidad de su propio negocio.

Si el planeta y la demás gente que lo habita no son de su preocupación e importancia, al menos preocúpese por lo que realmente más le conviene a su propia empresa ganadera (no cave su propia tumba insistiendo en sus malas prácticas)

7.- No vuelva a preguntar con qué puede reemplazar las Ivermectinas y demás endectocidas. Ahora usted ya sabe y debe mantenerlo siempre muy presente que en realidad ninguno de ellos tiene reemplazo. Además, si usted cambia un insumo por otro no está haciendo prácticamente nada, sigue estancado en el mismo problema, no lo resuelve de raíz, y no progresa. Lo que usted debe aprender es a mantener sus animales sanos, saludables y eficientemente productivos, sin tener que depender de los insumos, pues esto es lo que realmente demuestra que tan buen ganadero es usted.

 

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La Ganadería Racional conlleva a mentener Suelos Fértiles Naturalmente

 

Como siempre, se me quedan en el aire muchas cosas más para decir, pero espero haber logrado el propósito de sembrar la semilla en cada uno de ustedes, nuestros lectores, de no actuar más como ganaderos autómatas (haciendo lo que todo el mundo hace sin primero estar seguro si es lo que realmente más le conviene) y lo invito de paso a apropiarse de la Ganadería Racional para darle un manejo más consciente, responsable y correcto a su Empresa Ganadera.

Lo que a mi más me interesa es trabajar en conjunto con ustedes, como productores ganaderos, labrando un mejor presente y futuro para la ganadería de todo el mundo, y como decía un eslogan en mi tierra: ¡Debemos ponernos primero de acuerdo en lo que estamos haciendo mal para poder comenzar a corregirlo y estar mejor! (o dicho de otra manera, si seguimos creyendo que como lo hemos hecho siempre está bien, esto nos va a impedir que hagamos cambios para hacerlo mucho mejor)…

Nuestro equipo de profesionales en la Red CEG Internacional está a su disposición para asesorarlo y apoyarlo profesionalmente en el diseño y ejecución de programas de Manejo Racional de la Sanidad Animal para su ganadería, si así usted lo requiere, y esto podemos ofrecerlo tanto presencialmente (en los países de América donde tenemos presencia profesional) o a través de nuestro Consultorio en Línea el cuál tengo el gusto de atender personalmente.

Hasta pronto queridísim@s amig@s ganader@s de todo el mundo...

Un abrazo fraterno y que la bendición de Dios esté con cada un@ de ustedes hoy y siempre!!!

 

* Profesional en Zootecnia.
* Especialista en Nutrición Animal Aplicada.
* Asesor/Consultor Internacional en Ganadería Agroecológica
* Fundador de la Red de Profesionales CEG Internacional y desarrollador de la Red Social PARTNER CEG.

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