CRÉDITOS DE CARBONO
¿Qué son los CRÉDITOS DE CARBONO?
Técnicamente se definen como UNIDADES INTERCAMBIABLES (transables en el mercado como un producto que se vende) que representan una tonelada de dióxido de carbono equivalente (1 ton CO2e) que ha sido evitada (reducción) o eliminada (remoción o captura) de la atmósfera.
¿Por qué se llaman “créditos”?
Los créditos de carbono se llaman así por la analogía que se puede hacer de estos con el sistema financiero tradicional, en el cual un crédito representa un derecho a recibir el pago o cobro de un dinero en el futuro.
Por ejemplo, cuando una persona toma un préstamo bancario, recibe del banco un crédito que le da derecho a utilizar el dinero prestado por el banco y a la vez adquiere con el banco el compromiso o la responsabilidad de devolvérselo en el futuro incluso con intereses. Es decir que el banco que emite el crédito (como un producto transable) adquiere el derecho de recibir el dinero prestado de vuelta con unas ganancias (los intereses).
De manera similar, un crédito de carbono representa un derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera en el futuro. El poseedor de un crédito de carbono, es decir, tanto quien emite o produce los créditos de carbono (mediénte el desérollo de un proyecto verificado) como quien adquiere o paga el crédito de carbono en el mercado, puede:
- Emitir una tonelada de CO2: Esto puede ser útil para empresas o sectores que tienen dificultades para reducir sus emisiones de forma directa (lectura recomendada: ¿Qué es la compensación de emisiones GEI?).
- Vender el crédito a otra persona o empresa: Esto puede ser una fuente de ingresos para los proyectos que generan créditos de carbono (conozca el Proyecto Verra ID3927 - Créditos de Carbono con Ganadería Regenerativa y Sostenible en Colombia).
Principales características de los Créditos de Carbono
La analogía con el sistema financiero ayuda a comprender el funcionamiento de los créditos de carbono:
- Cada crédito de carbono representa una unidad de CO2: Al igual que cada unidad de moneda representa un valor monetario específico.
- Los créditos de carbono se pueden comprar y vender: Al igual que las acciones, bonos u otros instrumentos financieros.
- El precio de los créditos de carbono varía: En función de la oferta y la demanda, al igual que el precio de otros activos financieros.
- El uso del término "crédito" también refleja la idea de que las emisiones de CO2 son un recurso limitado. Al igual que el dinero, las emisiones de CO2 deben gestionarse de manera responsable para evitar un impacto ambiental negativo (lectura recomendada: ¿Qué es Carbono +?).
¿Cómo funciona el mercado de los créditos de carbono?
Funcionan como un sistema de mercado que permite a:
- Las empresas e individuos que producen emisiones:
- Reducir su huella de carbono: Al comprar créditos de carbono, las empresas o personas financian proyectos que reducen o eliminan la misma cantidad de CO2 que ellos emiten. Esto les permite “neutralizar su impacto ambiental”, aunque no hayan reducido directamente sus propias emisiones. Esto, de hecho, genera mucha controversia, puesto que hay quienes se oponen a los créditos de carbono con el argumento de que no son una medida eficaz para conseguir que las empresas se comprometan realmente a reducir o eliminar sus emisiones y así contribuir correctamente y eficazmente a la lucha contra el cambio climático. Dicen que, si pueden evitar reducir sus emisiones pagando por ellas (adquiriendo créditos que les da derecho a seguir emitiendo), entonces seguirán emitiendo tanto como su capacidad económica se los permita.
- Cumplir con regulaciones: En algunos países existen regulaciones que obligan a las empresas a limitar sus emisiones de CO2. Los créditos de carbono pueden ser utilizados para cumplir con estos límites.
- Los proyectos que reducen emisiones:
- Obtener financiamiento: Los proyectos venden sus créditos de carbono generados a empresas o individuos que buscan compensar sus emisiones. Los ingresos obtenidos les permiten financiar la implementación y operación de sus proyectos, por ello, tambien se le conoce como “mecanismo para el financiamiento climático”.
- Incentivar la reducción de emisiones: Los proyectos enfocados en emitir y vender créditos de carbono, ya sea en el mercado oficial (proyectos estatales) o en el mercado voluntario (proyectos privados), impulsan el desarrollo de un mercado que incentiva a desarrollar e implementar proyectos que reduzcan o eliminen las emisiones de CO2.
(conozca el Proyecto Verra ID3927 - Créditos de Carbono con Ganadería Regenerativa y Sostenible en Colombia).
¿Cómo se generan los créditos de carbono?
Se generan a través de proyectos certificados (implican medición + registro + verificación = MRV) que pueden garantizar que los proyectos sí cumplen con rigurosos estándares internacionales. Los certificados a su vez les otorgan calidad a los créditos, y mientras mayor calidad tengan, mejor valor estos pueden conseguir en el mercado. Estos proyectos pueden ser de diversos tipos, como:
- Energía renovable: Proyectos que reemplazan la generación de energía con combustibles fósiles por fuentes renovables como la energía solar, eólica o geotérmica.
- Eficiencia energética: Proyectos que mejoran la eficiencia energética en edificios, industrias o procesos productivos, reduciendo así el consumo de energía y las emisiones asociadas.
- Forestación: Proyectos que plantan árboles o restauran bosques, los cuales absorben CO2 de la atmósfera a través de la fotosíntesis.
- Manejo forestal: Proyectos que optimizan el manejo de bosques existentes para aumentar su capacidad de captura de carbono.
- Captura y almacenamiento de carbono (CAC): Proyectos que capturan CO2 de emisiones puntuales, como las generadas por centrales eléctricas o industrias, y lo almacenan de manera segura bajo tierra. En esta clasificación caben los proyectos agropecuarios, como los de agricultura y/o ganadería regenerativa, por ejemplo, que capturan emisiones de la atmosfera y lo almacenan en forma de carbono orgánico del suelo (COS), donde las capturas o remociones pueden llegar a ser mayores que las emisiones (lectura recomendada: ¿Puedo ser Carbono Positivo (C+) en Ganadería?).
¿Cómo se compran y venden los créditos de carbono?
Se negocian en mercados especializados, donde se establece un precio por tonelada de CO2 equivalente. El precio varía en función de la calidad del proyecto, el tipo de tecnología utilizada y la demanda del mercado.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los créditos de carbono?
Principales ventajas identificadas:
- Cuantifican las emisiones: Permiten cuantificar y monetizar las emisiones de CO2, lo que facilita la comparación y el seguimiento del progreso en la reducción de emisiones.
- Incentivan la inversión: Crean un mercado que incentiva la inversión de empresas o personas en proyectos que reducen o eliminan las emisiones de CO2.
- Flexibilidad: Ofrecen a las empresas e individuos flexibilidad para compensar sus emisiones de diversas maneras.
Principales desventajas identificadas:
- No son una solución a largo plazo: No deben verse como una excusa para no reducir las emisiones propias. Es fundamental implementar medidas para reducir la huella de carbono de forma continua.
- Calidad de los proyectos: Es importante seleccionar créditos de carbono provenientes de proyectos confiables y de alta calidad que efectivamente reduzcan o eliminen las emisiones de CO2.
- Doble contabilización: Existe el riesgo de que los mismos créditos de carbono se contabilicen dos veces, lo que podría reducir su impacto real en la reducción de emisiones.
En resumen, los créditos de carbono:
- Representan un derecho a emitir CO2.
- Funcionan de manera similar a los créditos financieros.
- Reflejan la idea de que las emisiones de CO2 son un recurso limitado.
En conclusión, los créditos de carbono pueden ser una herramienta útil para complementar las estrategias de reducción de emisiones, pero no son una solución por sí mismas. Por lo tanto, es importante destacar que los créditos de carbono no son una solución mágica para la descarbonización y la mitigación de los efectos del cambio climático. Es fundamental que las empresas, los individuos y los gobiernos adopten medidas para reducir sus emisiones de CO2 de forma directa y continua, a la vez que apoyan el desarrollo e implementación de proyectos de alta calidad que contribuyan a la descarbonización de la economía.
¿Qué diferencia hay entre créditos de carbono y bonos de carbono?
En realidad, no existe una diferencia fundamental entre créditos de carbono y bonos de carbono. Ambos términos se utilizan indistintamente para referirse a unidades intercambiables que representan una tonelada de dióxido de carbono (CO2) equivalente que ha sido evitada o eliminada de la atmósfera. El uso de ambos términos es común. En algunos casos, se puede hacer una distinción sutil:
- Créditos de carbono: Se utiliza con mayor frecuencia en el contexto de proyectos específicos que generan y venden créditos.
- Bonos de carbono: Se utiliza con mayor frecuencia en el contexto de programas o iniciativas gubernamentales que establecen límites de emisiones y permiten el comercio de bonos para cumplir con esos límites.
Sin embargo, en la práctica general, no hay una diferencia significativa entre créditos de carbono y bonos de carbono. Ambos términos se refieren al mismo instrumento financiero y se utilizan indistintamente.
A pesar de esto, la Asociación Colombiana de Actores del Mercado de Carbono (ASOCARBONO), aclara que es importante no confundir ambos términos, y defiende el criterio de que no deben ser entendidos como si fueran lo mismo. Afirman que el término "Bonos de Carbono" puede confundir (en especial a quienes apenas están aprendiendo a entender este lenguaje), y que que no refleja con presición cómo funciona el mercado de carbono realmente.
Explican que los "Bonos de Carbono" no son como tal un instrumento financiero: "En finanzas, un bono implica una deuda que genera intereses". Mientras que a lo que comúnmente le están llamando "Bono de Carbono" no representa en sí mismo una deuda, sino una acción climática verificada, es decir, haber evitado o reducido Emisiones de Gases con Efecto Invernadero (Emisiones GEI). Y esta es la razón por la que puede causar confusión, más aún cuando se trata de inversionistas o legisladores.
El término correcto para evitar estas posibles confusiones entonces es: "Crédito o Certificado de Carbono Verificado (CCV)". Esto, como se ha explicado, representa 1 Ton CO2e evitada o removida (capturada), y son el resultado de las acciones concretadas que se realizan para poder evitar o remover las emisiones GEI, debidamente cuantificadas y verificadas (y por lo tanto certificadas) por una autoridad competente.
Esta es la razón por la cual los Estándares Internacionales (como el IPCC -Intergovernmental Panel on Climate Change- y los principales programas de Certificación), no usan el término "Bonos de Carbono", y sólo usan el término "Créditos de Carbono".
Así pues, los créditos de carbono funcionan de la siguiente manera:
- Se generan a través de proyectos certificados que reducen o eliminan emisiones de CO2.
- Se negocian en mercados especializados, donde se establece un precio por tonelada de CO2 equivalente.
- Permiten a empresas e individuos neutralizar su huella de carbono comprando créditos verificados (no bonos) y financiando proyectos que reduzcan la misma cantidad de CO2 que ellos emiten.
Lo importante es comprender que los créditos de carbono verificados (CCV) son una herramienta que puede ser útil para complementar las estrategias de reducción de emisiones, pero no son una solución por sí mismas.