¡Nueve (9) de cada diez (10) ganaderos pierden dinero! ¿Por qué?
Lo que espero al final de esta nota de blog es que, si te identificas con esta situación, te des la oportunidad de intentar darle un giro al problema, y que trabajemos juntos en aplicar los correctivos necesarios. Pero permíteme ponerte primero en contexto.
Descripción del problema
Durante más de dos décadas de trabajo ininterrumpido (2003-2023), que hemos venido realizando con ganaderos de más de 15 países diferentes en Latinoamérica, de los más dinámicos en materia de ganadería, el balance que hemos tenido de cada año trabajado, no puede ser más preocupante, pero a la vez más alentador para seguir trabajando por el bien de los ganaderos y de la ganadería en toda la región.
El balance que tenemos registrado indica que por cada 10 casos atendidos en Cultura Empresarial Ganadera (CEG), hoy PARTNER CEG + InnoBovino, en promedio son 9 casos los que corresponden a ganaderos que tienen sus “finanzas enfermas”, es decir, que al momento de comenzar a trabajar con cada uno de ellos han llegado a nosotros en una situación, a veces crítica, de pérdidas recurrentes de dinero, año tras año.
Esto bien puede leerse también como que el 90% (o más) de los casos atendidos, son ganaderos que venían perdiendo dinero en sus ganaderías. Y si consideramos que son decenas de casos por cada año, que a la vez son algunos cientos de casos en los 20 años de trabajo, no es algo para pasar por alto. No son pocos casos, y por el contrario, el número de casos es más que suficiente para representar una tendencia generalizada.
Curiosamente, muchos de estos ganaderos no sabían que estaban perdiendo dinero, o no tenían una idea de la dimensión de las pérdidas que venía acarreando ni por cuanto tiempo. No lo sabían, porque no lo tenían medido, cuantificado o registrado. La mayoría intuía que el negocio no andaba bien, porque el dinero o no les alcanzaba o no les rendía, y de algún modo resolvían, pero no hacían cuentas.
Y ahí está lo primero que me gustaría resaltar, es que las pérdidas de dinero en la ganadería suelen ser silenciosas mientras no las detectamos, y luego, casi siempre, estruendosas cuando son detectadas.
Descubriendo el problema
Te lo voy a ilustrar con un ejemplo clásico... ¿Tal vez te ha pasado que cuando quieres tener algo que crees que nadie más tiene, una vez lo adquieres empiezas a verlo por todas partes, o que muchos ya lo tienen? Si no te habías percatado de ello, a partir de ahora que lo leíste aquí vas a empezar a notarlo.
Pues algo similar ocurre con las finanzas ganaderas, y es que mientras no detectamos las pérdidas, pareciera que todo marcha bien y que simplemente está difícil la situación en general, pero cuando ya se hacen evidentes las pérdidas entonces las vemos por todas partes. Por esa misma razón es que se hace muy importante detectarlas, porque una vez se evidencian, podremos saber su causa y corregirlas.
Finanzas enfermas (autoanálisis)
Los ganaderos que tienen pérdidas, pero no lo saben, se parecen a las personas que están empezando a desarrollar células cancerosas malignas sin saberlo. Esas células han estado ahí, pero de pronto se han salido de control silenciosamente, y sólo se detectan mediante algún análisis de laboratorio. Si se detectan a tiempo, la mayoría de casos tienen solución, se someten a un tratamiento, que dependiendo del estado de avance puede ser más o menos traumático, hasta que se sanan. Pero cuando no son detectadas a tiempo, y sólo se hacen evidentes cuando aparecen síntomas de la enfermedad, en muchos casos se pueden sanar con tratamientos más rigurosos, pero en muchos otros casos ya no se sanan. Y con las finanzas pasa prácticamente lo mismo.
Claro está que, a diferencia de un cáncer incurable, cuando se trata de finanzas, aún cayendo en la bancarrota, siempre tenemos la oportunidad de volver a comenzar, y hacerlo mejor, corrigiendo lo que no se hizo bien antes. Aún así, nadie quiere ni tiene por qué esperar a estar en un estado financiero tan grave como para tener que acabar el negocio y empezar de cero.
En este punto me gustaría preguntarte, para el autoanálisis, si...
1. ¿ya tienes claro en tu caso de qué lado te corresponde estar actualmente?
2. ¿haces parte del 10% que tienen sus finanzas ganaderas sanas? o
3. ¿haces parte del 90% que tienen sus finanzas ganaderas enfermas?
Si tienes tus finanzas sanas, permíteme felicitarte, porque es una bendición y demuestra lo ordenado que eres administrando tu negocio. Si, en cambio, tienes tus finanzas enfermas, permíteme felicitarte también por tenerlo claro y por saber reconocerlo, ya que independientemente cuál sea la causa de tu estado financiero negativo, el primer paso para poder resolverlo es reconocer que necesitas aplicar correctivos para lograr sanar tus finanzas enfermas. Nada peor y más estorboso, que la soberbia, de no querer reconocer que algo está mal y que para solucionarlo necesitas de ayuda de alguien más.
Ahora que, si tu caso es, que todavía no sabes si pierdes o ganas, ahí tenemos de igual modo un problema que necesita solución. Porque estás a tiempo de actuar antes de que aparezcan los síntomas de enfermedad financiera en tu ganadería, pero si sigues esperando hasta que los síntomas aparezcan por sí solos, tal vez llegado ese momento, o sea muy tarde, o tengas que aplicar un correctivo más severo.
Perder dinero en ganadería es de lo más común
Perder dinero en la ganadería es un asunto más común de lo que usted tal vez ya supone. En este blog lo estamos poniendo en evidencia, con los registros que llevamos nosotros. Nuestro problema como ganaderos es que no administramos bien el dinero. Cuando recibimos ingresos, inmediatamente los usamos para pagar lo que ya debemos, pero lo hacemos indiscriminadamente.
Nos decimos a nosotros mismos que no nos vamos a complicar. Entonces no llevamos cuentas, no tenemos presupuestos ni planes financieros, ni establecemos prioridades correctas. Sí, lo hacemos de algún modo (según nuestro propio criterio), pero no con base en un plan de inversiones y gastos. Entonces terminamos invirtiendo el dinero en lo que aparece de urgencia, y descuidamos lo realmente importante para el mediano y largo plazo. Esto frena nuestro progreso, porque siempre habrá cuentas urgentes para pagar, pero entre ellas no tenemos la inversión para proyectos por ejecutar.
Esto es similar a quienes, aunque no sean ganaderos, sino en cualquier otro ámbito de la vida, nunca les queda ni un centavo para el ahorro, y se auto justifican en montones de excusas de que no les alcanza para el ahorro. Pero, si uno no toma la decisión de crear el fondo de ahorro y se esfuerza en hacerlo, jamás lo hará.
A todos aquellos ganaderos con los que hemos trabajado durante dos décadas, que acudieron a nuestra ayuda para hacer de su ganadería un verdadero negocio más rentable, les hemos proporcionado no solo la orientación que requerían, sino que a lo largo de los años hemos ido creando y perfeccionando las herramientas de apoyo que les han permitido sanar sus finanzas ganaderas.
Algunos de ellos, una minoría, en realidad ni con nuestra ayuda profesional ni con el apoyo en nuestras herramientas, lo lograron. Pero, la gran mayoría sí pudo darle vuelta a su situación, corrigiendo el gasto, y mejorando la productividad que les ha permitido mejorar sus ingresos, y ampliar sus márgenes de utilidades (la llamada rentabilidad). No fue tan difícil, aunque al principio a cada uno le parece que es complicado y que no van a ser capaces, con nuestra ayuda lo han podido lograr.
Sanar tus finanzas implica decisiones, compromisos y disciplina
Claro está que para lograr la sanidad financiera plena no es cuestión de hacer un chasquido de dedos y producir magia de un día para otro. Se requiere de un compromiso serio consigo mismos, de trabajar día a día, pero con nuestras herramientas o con la orientación que les proporcionamos, les ha resultado mucho más fácil que intentándolo por sus propios medios. Y es que la ventaja de trabajar con nuestro apoyo, es que el hecho de haber vivido esta situación con tantas ganaderías, en tantos lugares diferentes, y de todo tipo de producción, con la gran variabilidad que todo ello implica en todo sentido, nos ha dado la experiencia suficiente para poder seguir trabajando en otros nuevos casos cada año y lograr exitosos resultados.
Septiembre, el mejor momento para actuar
El mes de septiembre de cada año es el mejor momento para hacer una pausa, revisar cómo está la situación financiera de la ganadería en lo que va del año, y enfilar baterías para cerrar el año con un balance financiero positivo, y al mismo tiempo, prepararse con un plan financiero para iniciar con pie derecho el año siguiente y lograr mantener el balance positivo durante todo el año.
¿Por qué septiembre es el mes ideal para actuar? Porque de los 12 meses que tiene el año, de enero hasta agosto van 8 meses que son las primeras dos terceras partes del año transcurridos en los que se han efectuado todo tipo de operaciones financieras de la ganadería, y si el balance parcial de este primer período es positivo, entonces hay que enfocarse en mantenerlo para lo que resta del año, pero si el balance parcial resulta negativo, entonces le quedan al año 4 meses más (que es la última tercera parte del año) con oportunidad para aplicar los correctivos necesarios.
La clave en este punto es saber cuáles deben ser los correctivos que habrá que aplicar, y cómo habrá que llevarlos a cabo, porque planificando el trabajo se consumirá un mes o algo más, y el resto del año (dos meses o menos) será el tiempo para ejecutarlos, que ya es poco y no hay margen de error. Más aún, si en este corto lapso de tiempo no se logra, el objetivo debe ser lograr sanar tanto las finanzas como sea posible para que con el inicio del siguiente año se continúe el proceso y así ese año siguiente pueda lograrse el balance positivo que se ha establecido como objetivo.
Apóyese en PARTNER CEG
Con las experiencias acumuladas en años de trabajar con tantos ganaderos, yo mismo he desarrollado una metodología de trabajo de mentoría para la planificación ganadera que trabajamos de manera PERSONALIZADA con cada productor, y que hemos perfeccionado cada vez que abordamos un nuevo caso. A través de reuniones periódicas con cada ganadero, que se coordinan conforme la disponibilidad de agenda entre usted como ganadero y yo como mentor o tutor, trabajamos durante cuatro semanas en el plan para cada finca que incluye:
ETAPA 1 DE LA MENTORÍA - PLAN DE ACCIÓN
1. Una evaluación y clasificación de ideas y de acciones proyectadas a realizar (viabilidad y prioridades)
2. Una Matriz de Planeación Estratégica y Plan de Negocios de la Ganadería para la toma de decisiones con cronograma de tareas
3. Lista de chequeo para el monitoreo y control de procesos a todo nivel
ETAPA 2 DE LA MENTORÍA - PLAN DEL ECOSISTEMA PRODUCTIVO
1. Distribución de la tierra para los usos proyectados (productos esperados)
2. Evaluación de los factores climáticos, geográficos y edáficos, hídricos y topográficos
3. Cálculos agronómicos y zootécnicos de la producción
ETAPA 3 DE LA MENTORÍA - PLAN DE MANEJO AGROPECUARIO
1. Crear o ajustar la arquitectura en planos para los diversos usos del suelo que planifiquemos
2. Establecer pautas básicas de manejo de los recursos agronómicos, zootécnicos, veterinarios, ecológicos y administrativos
ETAPA 4 DE LA MENTORÍA - PLAN FINANCIERO
1. OBJETIVO: Mejorar la salud, la productividad y la rentabilidad financiera para la calidad de vida
2. Identificar y corregir posibles fugas de rentabilidad y activar los generadores de ganancias
Para ilustrarte mejor sobre estas mentorías, he preparado un video de 18 minutos de duración, que me gustaría invitarte a que veas a continuación. Y a la vez me gustaría dejarte la invitación para que TRABAJEMOS JUNTOS en este mes de septiembre (o en su defecto, prepárate para que lo hagamos en octubre, noviembre o diciembre). Sólo abriré 4 cupos para cada mes, porque aunque quisiera poder trabajar con más casos a la vez, es importante dedicarle a cada caso el tiempo necesario, y así lograr los objetivos de la mentoría con cada uno.
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