¿Por qué la ganadería debe ser holística?
Por: Zoot. Esp. Michael Rúa Franco
Es comienzo de año, y solemos iniciar siempre cada año con nuestros mejores propósitos en todos los ámbitos de nuestra vida. Supongo que como productores ganaderos también es común que iniciemos el año con nuestros mejores propósitos de llevar a cabo los ajustes o correctivos que hemos identificado como necesarios y/o en los que hemos venido pensando para conseguir mejores resultados. Todos son importantes y algunos son más urgentes, por lo cual es muy recomendable elaborar un buen plan de trabajo, en el que se establezca un orden de prioridades, y así vayamos evacuando lo más importante, porque no podemos mal habituarnos a estar todos los días atendiendo solo urgencias, pues de ser así se nos irá quedando relegado lo verdaderamente más importante.
Rompa con el mal hábito de ser un "ganadero paramédico o ganadero bombero"
Como ganaderos no podemos permitirnos terminar convertidos en una especie de “ganaderos paramédicos o bomberos”, que nos la pasamos todo el tiempo atendiendo urgencias o apagando incendios. No hay un peor hábito y/o que produzca más estrés en el día a día, que estar recibiendo llamadas de la finca para que salgamos corriendo a resolver problemas de urgencia. Ese mismo estrés terminará por sacarnos de quicio, y nos llevará a tomar decisiones desesperadas, o de exaltarnos de ánimo y derivar en acaloradas discusiones o conflictos, y exacerbados llamados de atención a los empleados, que en vez de lograr motivarlos o corregirlos más bien los desmoraliza y los aburre.
Que nunca se nos olvide aquel principio fundamental o sabio refrán que dice: “Mejor es prevenir, que curar”. Así que, tenemos que lograr anticiparnos a los acontecimientos, dedicar un buen tiempo aprovechando el impulso de los buenos propósitos con que estamos iniciando el año para elaborar cada uno nuestro plan de finca 2021, y así poder seguir un “mapa de ruta” que nos permita mantenernos enfocados e ir logrando objetivos y metas de corto plazo, que en la medida que se van alcanzando nos van aproximando gradualmente a la meta global que nos propongamos lograr, para así cerrar el año con broche de oro y listos para escalar a un siguiente nivel, en vez de terminar frustrados y agotados.
Rompa con el mal hábito de no planificar tu trabajo y culpar a los demás de los resultados
Sé muy bien por experiencia que en la ganadería no estamos acostumbrados a trabajar siguiendo un plan. Procrastinamos demasiado cuando se trata de dedicar tiempo a esto. En realidad es un mal hábito generalizado y arraigado en nuestra cultura. Los empresarios de cualquier otro tipo de negocio saben que para poder llevar un mejor control de sus procesos a todo nivel, deben disponer de un plan muy bien organizado, porque de no tenerlo será muy difícil llevar una gestión del personal, de los procesos y de las acciones.
Pero en la ganadería nos hemos mal habituado a improvisar el día a día, según como se vayan dando las cosas, y no tenemos una ruta trazada por anticipado de hacia donde tenemos que ir y cuál o cuáles deben ser los caminos idóneos o más seguros que debemos tomar para llegar a ese destino. Tenemos muchas "ideas sueltas", sabemos que hay mucho por hacer, pero no las tenemos bien organizadas y no seguimos un conducto regular. Es por eso que el año empieza a avanzar, y nos da la impresión que el tiempo no nos alcanza, y/o que el trabajo no nos rinde. Perdemos fácil y rápidamente el rumbo, y se nos hace todo un desorden, que por ello es que terminamos atendiendo primero las urgencias, y dejamos relegado lo importante. Nos hace falta afinar muchísimo nuestra cultura empresarial.
Me gustaría poner en evidencia para ustedes lo siguiente:
¡Nos hemos convertido en ganaderos reduccionistas!.
¿Y esto que significa? Que por no tener claridad suficiente sobre cómo debemos organizar nuestro trabajo del día a día, ni de cuántas cosas hay que atender, y no organizar un plan de trabajo o mapa de ruta que cubra todo lo importante sin descuidar lo urgente, y así poder prevenir antes que ocupar todo nuestro día y todos nuestros días “curando” las cosas que se han estado saliendo de control, terminamos creyendo que con simples acciones aisladas vamos a conseguir solucionar todos nuestros problemas y lograr óptimos resultados.
Ahora bien, si además de esto, no estamos dedicados exclusivamente a la ganadería, sino que lo tenemos como una alternativa de negocio de la cual no dependemos, y ocupamos nuestro día a día en otros oficios ajenos a la ganadería, y atendemos la ganadería a distancia por la vía telefónica, delegando el trabajo de la ganadería en un empleado, la situación es peor.
Y es que hemos adquirido otro pésimo mal hábito que es el de exigir resultados a ese o esos empleados que contratamos y en quien(es) delegamos, sin que ellos tampoco tengan claro el mapa de ruta que deben seguir. Creemos que ya estamos cumpliendo nuestra parte del trabajo sólo por el hecho de transmitirles en una conversación espontánea (que terminarán olvidando tarde que temprano) nuestras ideas sueltas de lo que quisiéramos, pero no socializamos con ellos un plan de trabajo bien organizado, y son los empleados quienes tienen que ver cómo hacen para lograr los propósitos de productividad y rentabilidad del negocio. Si nuestros empleados no nos percibe desde el comienzo como jefes organizados y estrictos con el cumplimiento de un plan de trabajo, ellos tampoco se van a desempeñar como empleados organizados y eficaces.
Luego aparecen los conflictos porque empezamos a culparlos si no se están logrando buenos resultados, y hasta decimos que los empleados son el problema, porque no quieren seguir instrucciones, cosa que obviamente no harán si sólo reciben órdenes que no les suenan consecuentes con lo que se espera que ocurra cuando se les da toda la libertad de hacerlo a su manera. Es absurdo lo que hacemos, porque no les hacemos fácil su trabajo, esperamos que ellos hagan lo que supuestamente saben hacer, que lo hagan de la manera que lo saben hacer, pero luego son ellos los que según nosotros no están haciendo bien su trabajo.
El reduccionismo es lo que nos lleva a caer en estos errores. No podemos esperar que si un día cualquiera se nos ocurre que hay que poner una cerca en algún lado, simplemente demos la orden, y luego les dejamos hacerlo a su manera (o puede ser que les digamos cómo), pero les estamos dando una orden que no atiende a un plan de trabajo, sino a una idea suelta de la que se espera un resultado, que por obvias razones será un resultado suelto también, más no un resultado congruente con todo el resto del trabajo que hay que hacer en la finca.
De la misma manera no podemos esperar que solo por dar la orden de sembrar unos bultos de semilla en cierta parcela entonces con eso se logren óptimos resultados de productividad de la ganadería. No podemos esperar que si damos la orden de aplicar un fertilizante en las pasturas ya con eso se garantizan los resultados. No podemos esperar que sólo por comprar un toro de mejor genética y ponérselo a todas las vacas sea esto garantía de que mejorarán los resultados.
Para ir al punto concreto, no podemos esperar que dando órdenes aisladas del contexto a nuestros empleados, y dejarlos que lo hagan como lo sepan hacer, y que son acciones impulsadas por ideas sueltas que se nos van ocurriendo y de las que esperamos obtener mejores resultados, entonces realmente lograremos tener así una ganadería próspera y exitosa.
Dicho de otra manera, si no tenemos un plan bien organizado de cómo debemos ir haciendo nuestro trabajo, es esperable que en la práctica terminemos haciendo un trabajo desorganizado que no prospera como esperamos que ocurra. Sobre todo si consideramos las tantas cosas que surgen en una finca ganadera para ocupar todo nuestro tiempo en el día a día.
Queremos hacer algo por aquí, y otra cosa por allá, improvisadamente, y luego esperar que la sumatoria de todas aquellas acciones aisladas generen resultados óptimos de productividad y de rentabilidad para nuestros objetivos de negocio. Nunca vi ninguna ganadería que haya logrado alcanzar y mantener el éxito en todo sentido a largo plazo, sin tener una cultura de planificación y de gerencia holística de las actividades diarias.
Adquiere el buen hábito de pensar, planificar y trabajar HOLÍSTICAMENTE
El holismo es una palabra que se usa para definir que:
"ABORDAR EL TODO EN SU CONJUNTO ES MÁS IMPORTANTE QUE LA SUMATORIA DE CADA UNO DE SUS COMPONENTES ABORDADOS POR SEPARADO".
Si nos enfocamos por ejemplo en la genética de los animales como si solo por el hecho de tener individuos con mejor genética ya podremos esperar mayor productividad y rentabilidad, lo más seguro es que no obtendremos los resultados esperados, porque esa genética sólo tendrá un óptimo desempeño si los animales tienen una relación positiva con su entorno.
No sólo se trata de que estén adaptados al clima, sino también a todas las condiciones del ecosistema, y que reciban un adecuado manejo, una nutrición consecuente con su rendimiento genético esperado, que la infraestructura (tanto en las parcelas de pastoreo como en las construcciones de manejo) sea confortable para ellos, que se les proporcione condiciones favorables para que se mantengan naturalmente sanos, que se haga una gestión administrativa a todo nivel que facilite el desempeño óptimo de los animales, y ahora también tenemos que preocuparnos por el impacto ecológico que cada acción que llevemos a cabo produzca sobre el ecosistema y el ambiente.
Si desarrollamos la capacidad de conectar al animal con todo su entorno, y elegimos al animal para que logre su mejor desempeño en interacción permanente con su entorno, entonces estamos pensando y actuando holísticamente.
No es lo mismo entonces que por un lado trabajemos el suelo y las praderas que cultivamos en ellos, que por el otro lado y aisladamente trabajemos en la genética sin considerar los factores que influirán sobre su desempeño, que por el otro lado trabajemos el manejo veterinario, que por el otro lado trabajemos en la gestión ambiental, y en general que trabajemos cada cosa por separado, para luego esperar que cada cosa produzca un resultado aislado y con ello conseguir que todo funcione como quisiéramos; a que, en su lugar, nos ocupemos de hacer un plan de trabajo que considere el TODO como un conjunto, en donde cada componente interactúa con todos los demás, que es a lo que se le reconoce como una gerencia holística o integral, porque solo así es como podremos esperar que si consigamos los resultados deseados.
Si logramos planificar nuestras ganaderías de forma holística, y luego les proporcionamos una gerencia que también sea holística, entonces podremos lograr todo lo que nos propongamos, siempre y cuando sea todo congruente entre sí.
La ganadería es mucho más que pastos y ganado
Los ganaderos debemos ser conscientes que la ganadería no es solo genética y pasturas. Hay mucho más atrás de esto. En la Red de Profesionales CEG Internacional, como resultado de casi dos décadas de trabajo de campo en centenares de ganaderías de todo propósito y en todos los climas y topografías, hemos creado nuestro programa PARTNER PRO, a través del cual nos enfocamos en proporcionar conocimientos y experiencia profesional experta, además de herramientas para la PLANIFICACIÓN Y GERENCIA HOLÍSTICA DE LA GANADERÍA; y para poder conseguir los propósitos que queremos lograr con cada ganadero con el que trabajamos en sus respectivas ganaderías, hemos clasificado los componentes de la ganadería en 5 módulos, cada uno de los cuáles corresponde a las 5 grandes áreas o pilares de la producción agropecuaria, como se ilustra a continuación:
Nótese que para cada módulo además hay una lista de componentes. Y es clave que en toda planificación ganadera podamos establecer metas, objetivos, estrategias y metodologías, para llevar a cabo con cada uno de los componentes de los 5 módulos, entendiendo que todos esos componentes van a interactuar entre sí, y que no debemos trabajarlos entonces cada uno por separado sino como todo un conjunto de elementos para abordar holísticamente, un enfoque en el todo como conjunto, y no como la sumatoria de lo que se trabaje con cada componente por separado.
Conclusiones y recomendaciones
Para finalizar, quiero dejar algunas recomendaciones como profesional dedicado a la asesoría profesional para ganaderos:
1.- » Aproveche usted que el año apenas comienza, y que de seguro tendrá ese buen ánimo y esos buenos propósitos con los que casi todos solemos empezar cada nuevo año, para que con esas ganas y ese impulso que ya trae de querer hacer las cosas cada vez mejor, habrá un espacio en su agenda, y ocupe un tiempo en elaborar un buen plan holístico para su propia ganadería.
2.- » Puede tomar como guía la información que estoy ofreciendo en este blog, sobre los 5 módulos y la lista de componentes de cada uno, para que pueda planificar lo que trabajará y la manera como lo llevará a cabo, organizando bien sus ideas y estableciendo un orden apropiado de prioridades, y luego lo socialice con sus empleados, para que así puedan todos tener este plan de trabajo como guía para lo que van a hacer durante todo el año.
3.- » Siempre trate de establecer su orden de trabajo basado en el grado de importancia que tenga cada acción a realizar, y no solo en el grado de urgencia. Intente llevar un equilibrio apropiado entre lo urgente y lo importante, que además se acomode a su presupuesto de inversión.
4.- » Y no diga: ¡mañana lo haré! Mejor diga: ¡Lo haré ahora mismo! Porque todo lo que deje para mañana, se hará mañana, pero nunca se hará hoy. Y de mañana en mañana se le acaba el año y no hizo nada de lo que se propuso hacer, o tal vez pueda lograr hacer algunas cosas pero no obtuvo el resultado que deseaba, porque siempre va a ocurrir que todo lo que haga debe ser congruente con lo que está haciendo en todo el conjunto, y si no lo tiene planificado entonces terminará realizando acciones improvisadas y aisladas, pero no gestionadas holísticamente.
5.- » Clasifique sus metas u objetivos por plazos, unos a corto plazo (lo más importante o prioritario), otros a mediano plazo y otros a largo plazo (que son importantes pero no prioritarios), y hágalo siempre de manera tal que en la medida que vaya logrando una meta a la vez, avance hacia la siguiente, para así poder ir progresando hacia metas cada vez más ambiciosas y que por tanto deben ser logradas a mayor plazo. Siempre tenga presente que todo lo que planifique para este año, debe permitir avanzar hacia nuevas metas mayores con la llegada de cada nuevo año, hasta que logre llevar su ganadería a lo que se propuse en el más largo plazo. Y esto debe garantizar que usted y las personas con las que trabaja y sus familias, puedan alcanzar su calidad de vida.
6.- » No se apresure. Es importante que no haga nada con afán. Sepa que en la ganadería los resultados se van dando con el tiempo, y no de forma inmediata. Por esto, sea paciente.
7.- » Sepa que el tiempo que ocupe para elaborar su plan de trabajo, sea cual sea el tiempo que le tome, es el tiempo mejor invertido en su ganadería, que le ahorrará posteriores pérdidas de tiempo mayores y también costos o gastos evitables.
8.- » Por último, si no sabe por dónde empezar o cómo hacerlo, tenga presente por favor que nuestro grupo de profesionales está para servirle, apoyarle y acompañarle en este proceso. Una buena manera de comenzar a dejarse guiar en este camino es afiliándose a nuestro Programa PARTNER PRO (conózcalo aquí). Así que desde ya le anticipo la más cordial bienvenida. Yo mismo le atenderé con el mayor gusto en este programa!
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